Cariño por omisión
Ha desaparecido la emoción,
esa que hacía latir mi corazón,
cuando el sol tocaba mi piel
y tus labios devoraban mis miedos.
Se ha cerrado la puerta de una caricia
que arrasaba los tibios sentidos,
desechando los recuerdos
a un frío desván condenados al olvido.
Ignorar lo que un día existió
entre dos almas perfectas,
que hoy sólo son dos entes
caminando de la mano por costumbre.
Viajar a la desidia de algo
que parece que hace mucho murió,
y la estación del abandono
meses atrás nos alcanzó.
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