Descubro tus celos

Descubro tus celos,

cuando mi mirada se distrae,

cuando se abren las fronteras,

y alguien más nos acompaña.

Descubro tus celos,

queriendo detener el tiempo,

que nos brinda un café,

y se acaba el instante.

Descubro tus celos,

en pequeños gestos,

que aceleran mi corazón,

sin ninguna razón.

Descubro tus celos,

al perderme en la distancia,

que me ayuda a calmar las ansías,

de lo que no podré tener.

Crepúsculo de amor

Brilla la luna en la piel,

desbordando los sentidos,

donde los deseos se agolpan,

en cada parte de tu ser.

Te detienes para captar,

cada parte de la anatomía,

que libre y sensual,

estimula tus pasiones.

No quieres romper la magia,

que envuelve ese instante,

cuando sonriente se vuelve,

para invitarte a seguir.

Extiendes tu mano,

que temblorosa se posa,

sobre su alma,

donde espera por ti. 

Frasco de mis lamentos

Bebo mis lágrimas,

para que acabe el dolor,

para que se desvanezca,

para sentirme libre.

Olvido en esa botella,

que no todo se puede tener,

a pesar de desearlo,

con todo el corazón.

Me entrego a su hiel,

para que sepa más que mi pena,

esa que me empuja,

a la desesperación.

Cuando termine,

y los restos en mi boca,

recuerden mi locura,

seguirás muy dentro de mí. 

El cuerpo de tu historia

Busco que tu calma, 

inunde mis sentidos,

liberando las emociones

que siempre guardo por vos.

Te ofrezco el lienzo,

donde con caricias,

puedes escribir,

nuestra historia.

Descubre mis labios,

que esperan los besos,

dormidos en los tuyos,

para hacerte renacer.

Acompañame al cielo,

donde los sentimientos,

vuelan sin ataduras,

con derecho a volver.

Acechar tus sueños

Queriendo perturbar tu sueño,

con mis susurros de amor,

me detengo en el umbral,

para verte dormir.

Me empuja ese impulso,

de hablarte de mi corazón,

que late a escondidas,

por ti.

Tu aroma se extiende,

llegando a mis poros,

donde descarga los impulsos,

que guardo para ti.

Intento razonar,

con mi realidad,

pero ella insiste,

en su debilidad.

Junto a ti

Extiendo mi mano,

para tocar el cielo,

cuando rozo tus labios

y despiertas mi piel.

Tu respiración en mi cuello,

desata el desenfreno,

que mis atuendos,

pretenden retener.

Me niego al mundo,

para entregarme a ti,

olvidando la existencia,

de la realidad.

Conjugación perfecta,

cuando se alinean los cuerpos,

descubriendo estrellas,

al anochecer. 

Tengo celos

Tengo celos del viento,

que juega con tu cabello

y acaricia tu rostro.

Tengo celos de tu corazón,

que palpita,

y no es por mí.

Tengo celos de las miradas,

que robas por doquier,

sin ser la que robe tu atención.

Tengo celos de tus labios,

que me hechizan,

sin poderlos disfrutar.

Tengo celos de ella,

que ocupa el lugar, 

ese que yo quiero habitar.

El embrujo de tus ojos

Caigo en tu mirada,

que lasciva me persigue,

logrando su cometido,

cuando me acerco a ti.

Me embrujas con caricias,

que recorren esta piel,

erizando los sentidos,

que se entregan a ti.

Labios de miel,

que detienen los míos,

haciendo que el fuego,

recorra mi ser.

Describes mis rincones,

donde detienes deseos,

aumentando los míos,

por poseerte una vez más.

Deseos bajo un nombre

¿Es culpa del azar?

ese que mueve el mundo a su antojo.

Parecía...

Aunque, 

ahora empiezo a sospechar 

que una fuerza de pasión se une a ese nombre.

Su personalidad innata ¿será?

¿pero son distintos?

entonces, ¿casualidad?

Creo que al final, 

¡no importa!

pues en momentos diferentes,

han creado emociones.

Sé que algunas se disiparán,

mientras otras llegarán 

a una entrega,

total o a medias.

Revolucionando mis sentidos,

perdiendo mis hormonas,

oprimiendo la razón,

desatando el corazón.

Una mirada basta,

para liberar la imaginación,

donde siempre termino,

en la misma situación.

Jugamos a la insinuación,

fantasías con ganas de acción,

que se dejan llevar,

en la imaginación.

Paso a paso,

tanteando el terreno,

donde no sabremos 

si perdemos.

Quimera de un amor

Escucho tu voz,

y me emociono,

me dices palabras que no son de amor,

y yo creo mi propia historia.

Mis fantasías,

llevan tu nombre por doquier,

desearte en silencio,

mi gran creación.

No solo te veo, te siento,

en mi espacio

tu esencia inunda,

mi existencia.

Donde mis sueños,

son el sustento de este querer,

que vaga en mi interior,

sin ninguna condición.

Afectos en demasía

Ante mí, 

la noche descubre ternuras,

esas que llenan de ilusión

a un corazón herido.

Me invita a seguir,

el palpitar de mis deseos,

conduciéndome a la realidad,

que ansío tener.

Un camino solitario he de recorrer,

para que las fantasías,

se conviertan en la historia,

que abra mi estabilidad.

¿Dónde detengo mis pasos?

¿en esa delgada línea?

donde los momentos se agolpan,

queriendo escapar.  

Descubre mi frenesí

Mis manos posadas en tu cuerpo, 

describirían los misterios,

que te harían caer

rendido a mí.

Donde un susurro,

elevara tu pasión,

dejando que el corazón,

se ocupara de la razón.

Impregnando tu piel,

con el aroma del amor,

que desata la exitación,

de poderme contener.

Juega en mis brazos,

cerrando tus ojos,

haciendo que el desenfreno,

invada nuestros deseos.

Aplazando sentimientos

Vuelvo a las conversaciones, donde solo el silencio responde a mis miedos y los incrementa.

Trato de dejar el pasado, alejarme de aquello que huellas dejó en mi damnificado corazón.

Pero la sola idea de olvidar, lo trae con intensidad a mi presente, donde rememoro el dolor.

¿Masoquista?, tal vez, pero con ese dolor, recuerdo el amor que me llenó a cuenta gotas.

Separar mi vida, relegar sentimientos y recrear pensamientos, es el motor de mi existencia, entre más lo intento más despierto.

Ilusión en la espera

Navegaba en tus silencios,

para ecsuchar tu corazón,

donde cada palpitar me parecía,

hablaba de mí.

A pesar de rozar tu piel,

la distancia crecía,

turbando mi allma

y sabiendo el aire a hiel.

Quisiera reposar en tus sueños,

donde las fantasías se hagan realidad,

cuando nuestros labios se unan,

por siempre y hasta la eternidad.

Una crónica nocturna

En la penumbra deambulaba para encontrarme con tus brazos, esos que aprisionaban mi cuerpo.

Besos ocultos que en la piel permanecían hasta la próxima vez, creando fantasías.

Entre cuatro paredes existía el momento justo, luego se disipaba entre la brisa del otoño.

Quise escribir una historia y se convirtió en un monólogo, que me acompañaba en las noches largas.

Sin quererlo detener se terminó un capítulo más, en una vida llena de  memorias tristes.

Expectativa de amor

Se detiene la esperanza de conseguir de tus labios, esa palabra que me hable de amor.

Vuela la ilusión de ver junto a ti, ese amanecer que nos llene de promesas de eternidad.

Pierdo los latidos, que incesantes se aceleran cuando tu perfume impregna mi espacio.

Aunque se rompen mis cadenas, las que me tienen atada a tus ojos, sigo inmutable en la espera.

Eres mi frenesí

Mis labios abandonados en tu piel,

crean misterios que calman mis ansias,

cuando el calor que irradia se cuela en mi ser,

despertando las pasiones que solo tú me puedes dar.

Intento guardar la compostura,

pero tu cuerpo encendido prendiendo el mío,

hace que la cordura se libere entregándose,

a los laberintos creados por tus caricias.

No hay sosiego que valga para tanta emoción,

donde la razón de nuestras almas,

se conjuga en los deseos que perduran,

hasta que los primeros rayos nos iluminan. 

Extenuados los recibimos desnudos,

pensando que falta muy poco,

para que nuestro desenfreno,

vuelva aparecer.

¿Pudo ser amor?

Duermo en los recuerdos,

de un amor que disipó los miedos,

cuando las almas se encontraron,

mientras perdidas deambulaban.

A veces el tiempo no parece avanzar,

nos esclaviza en un segundo,

justo el necesario para rememorar,

historias escritas en la piel.

Puede no entenderse,

el arraigo que crea ese pensamiento,

que se cuela hasta en los albores

de un nuevo amor.

No evoluciona, 

se estaciona,

acurrucado entre tus poros,

para hacerte sonreír.

Desconfianza

Surgió como suave brisa,

un sentimiento que te hizo vibrar,

entregándole tu corazón,

sin reparos ni miedos.

La ilusión te inundó,

al ver completa tu vida,

con el palpitar de un vientre,

que concebía el amor.

Pero el destino se cruzó,

terminando ese sueño,

entonces ...

todo cambió sin motivo.

Llenó tu pecho

de dolor e incertidumbre,

abandonado los bocetos

de una vida juntos.

¿Cómo pretende hoy, desandar el camino?

El tiempo de la esperanza

Me alejo de tu voz,

con la esperanza

que se disipe en el viento,

convirtiéndose en un recuerdo.

Se rompe mi corazón,

que desesperado grita tu nombre,

pero sabe que las heridas

se abren si no te tengo.

A veces no solo basta el querer,

si las gotas de amor se dispersan,

sobre aquellas tierras,

donde solo germina amistad.

Dejaré que el tiempo,

me devuelva la esperanza,

esa que me permita

buscarte de nuevo.

Misiva

A ti:

Vuelvo a escribirte, sin saber muy bien por que, pues aun sigo esperando respuesta de las anteriores.

No sé con certeza que esperar de ti, ni por que sigo en este círculo que no se rompe.

¿Será que quiero decir la última palabra?

¿Será que quiero ser los puntos suspensivos?

No puedo decir que me duele, ya hace mucho que ese sentimiento no me acompaña, pero si existe un pequeño resquemor que se adueña de mi al recordar nuestro último encuentro.

¿Qué pasa por tu cabeza al tener mis noticias?

Aunque dices que tengo un sitio en tu corazón, tus silencios eternos me hacen enfadarme y decir basta ... pero sigo ahí.

Intento romper con todo aquello, dejarlo atrás, que simplemente seas ese amigo al otro de mi existencia al que puedo acudir, pero se hace imposible.

Solo quiero que esto termine, la incertidumbre de un pensamiento y no un sentimiento, donde como agua en calma, me aleje de la orilla y me adentre al mar de la libertad.

Dime o dame esa esperanza de poder avanzar en esta penumbra que nubla mi juicio.

¡Solo eso te pido!

                                        

En tus manos, la felicidad

La esencia de vivir,

comienza en el amor,

disfrutar cada segundo,

que cada día te ofrece.

Donde las penas vuelan,

los instantes felices perduran,

tu corazón late,

con cada amanecer.

Un soplo que activa,

cada parte de tu alma,

como una corriente

de  bienestar.

El mundo es como es,

la diferencia se marca,

en como decides transitar,

el camino de tu existencia.

 

A la sombra de un amor

Si detengo el tiempo, 

cuando tus labios

liberan un suspiro,

me pierdo en tus pensamientos.

Me embrujan tus ojos,

que buscan en el infinito,

una luz que les guíe,

sin coger mi manos que se extienden.

No entiendo al destino,

que me invita a girar en tu espacio,

pero separando nuestros pasos

una y otra vez.

Sin existir en tu vida,

sigo presente ahí,

como una sombra que te ronda,

en cada pisada que das.

 

Temores abandonados

En el abismo de la desesperación,

una suave brisa alienta mi camino,

pero detiene mis pasos junto al miedo,

desde donde retrocedo buscando un nuevo sendero.

Aunque se apaguen las esperanzas,

el latir de mi existencia me propone,

explorar con detalle cada amanecer,

disfrutando el destello de vida que brindan.

¿Qué importa si se han roto los sueños?

habrá nuevos retos que traerán felicidad,

de que sirve vivir,

¿si te empeñas en seguir en la oscuridad? 

Cada día es una oportunidad de crear,

forjar con una sonrisa la expectativa,

esa que te haga brillar sin temores, 

donde tu luz se convierta en el faro de otros.

 

Germina una ilusión

La inquietud domina la espera,

mientras el tiempo parece retroceder

creando un vacío en el espacio,

que ocupan los deseos.

Se acerca la hora,

se contiene la respiración,

para que al abrir la puerta

no asalte la emoción.

Disfrutar cada segundo,

intentando descubrir,

como un pequeño detalle

puede hacer temblar los cimientos.

Atrás queda la incertidumbre,

el suspense y la agitación,

ahora, algo palpable,

que refleja parte de ti.

Albores de pasión

Rizo tus sueños,

para detenerlos entre mis dedos,

mientras mis deseos acampan

entre tu pecho.

Intento dominar tus ansías,

que invaden el espacio,

donde tu perfume,

impregna mi ser.

Pretendo encontrar,

entre tus silencios,

sentimientos que hablen

sólo de mí.

Contengo la respiración,

cuando tu corazón se acelera,

al ritmo de mis labios,

que se posan en tu piel.