El sonido de tu voz
la luz que irradia tu mirada
el sabor de tus besos
las emociones en tus caricias
esa sonrisa sincera
un ¡te quiero!
motivos suficientes
para enamorarme de ti.
Dejar libre la imaginación para escribir lo que a veces tenemos miedo de hacer.
El sonido de tu voz
la luz que irradia tu mirada
el sabor de tus besos
las emociones en tus caricias
esa sonrisa sincera
un ¡te quiero!
motivos suficientes
para enamorarme de ti.
Y cuando al caer la noche
mi cabeza viaja hasta tus brazos
añorando tus caricias
un ruido me saca de mis deseos
esa voz me enamora
estás aquí conmigo
tus labios toman los míos
mientras tus brazos rodean mi cintura
noto ese calor que tanto extrañaba
mi corazón se acelera
no importa que tras unos minutos
tocando el cielo
te vuelvas a ir
porque sé
que siempre estarás ahí.
Por esa mirada
esa sonrisa que esbozas
por cada caricia que das
por esos besos alocados,
suaves y pausados
cuando buscas mi mano
para tomarla entre la tuya
por desnudar mi alma
darme esa fuerza para seguir
por hacerme tan feliz.
Y mi corazón
desbocado late
cuando tu recuerdo
se hace palpable
despertando
esas emociones
que mi piel
solo ha sentido
contigo.
Entre lo sueños
se cuela tu sonido
ese que acelera
la respiración
evocando recuerdos
que excitan la piel
liberan el alma
dándome la felicidad.
Y en la distancia
tu brazos extendidos
calmando mis miedos
dando ese sosiego
que mi alma precisa
preciso, suave, único
mi dulce salvación.
El cielo llora
al igual que la piel
porque no nos vemos
porque no nos sentimos
aunque el corazón
guarda la esperanza
de que pronto
seremos uno mismo
vibrando juntos
llenos de felicidad.
Y a veces
cuando perdida
me siento
recuerdo
tu profunda mirada
esa dulce sonrisa
y mi paz regresa
calmando mis ansias
y desesperación.
Mientras tus manos
encuentren las mías
tus labios busquen
los míos
y el corazón lata
desenfrenado
tendré la certeza
de se feliz.
Grité:
¡Te amo!
su cabeza girando
su mirada puesta en mí
su sonrisa iluminó su rostro
entonces supe
¡es aquí!
Suave brisa que mece los cabellos
estremece la espina dorsal
roba una sonrisa e ilumina el rostro
ese brillo que solo se obtiene
cuando la paz y la felicidad
inunda tu existencia,
los problemas simplemente
son un escalón más que hay que subir
para que la inteligencia emocional
llegue a su culmen
enseñándote que la vida es única
y no vale la pena perderse en trivialidades.
Decidimos
juntar el alma
en un recorrido
incierto
con altibajos
pero con la certeza
que el sentimiento
es mutuo y real.
Cuando el alba afloraba
entre cálidos brazos
mi cabeza reposaba
en el vaivén de su respiración
mientras en mi mente
se liberaba
disfrutando de esos minutos
que en silencio
pero gritando todo
la vida se hace perfecta
y llena de felicidad.
Caminar descalza
sobre la arena fina
donde tus pies
son tocados
por el suave oleaje
erizando tu espalda
robándote una sonrisa
transportándote
a dulces recuerdos
que siempre te harán feliz.
Susurraba,
casi inaudible
en cada latido
una advertencia
donde aconsejaba
entregar sin miedos
todo lo que se guarda
que a pesar de que se pueda perder
el limitar tus sentimientos
no permite ser inmensamente feliz
no importa cuanto dure
sencillamente disfrutar
un presente
que se antoja eterno.
Con los ojos cerrados
y el corazón abierto
encuentro tu latir
para juntar nuestras almas
siendo muy feliz
por estar así
acurrucada en tu pecho
sintiendo tu calor
respirando tu paz.
El mundo te muestra
diferentes caminos
en ellos te encuentras
diversidad de personas
algunas se quedan rezagadas
otras viajan contigo un tiempo
otras toda la vida
cada una de ellas
a su manera alguna lección
que a veces dolió
pero te enseñó
otras siguen dando
esa cápsulas
de consejos gratis
para la eternidad.
Y
cuando
cuenta te des
que nada era
lo que pensabas
dejando
escapar
algo que
si era real
tangible
y sincero.
Extiende tu mano
deja que se cuelen
entre tus dedos
esos miedos
que atan tus alas,
decide ser feliz
con ese rayo de sol
que calienta tu sonrisa,
lo demás es pasajero.
En la lejanía
un brillo
que me hechiza
hace de mi piel
un manantial
de emociones
que no se pueden
controlar.
Soledad que a veces llegas cuando menos te espero todo parece gris, no faltas a esa cita y me hundes en la desesperanza de querer escapar...