Algunas veces se apodera de mi la sensación de impotencia, por no volar contigo hacia ese mundo que me prometiste, y seguir viviendo en esta realidad que me consume a cada paso que doy.
Veo con tristeza ese pasado, que puedo ser nuestro futuro y ahora se desvanece como espuma entre mis manos, lo rememoro como un aniversario, solo para abrir heridas que no cicatrizan por el salitre que mana de mis ojos.
Rumbos distintos decidimos tomar, cuando ya los corazones no bailaban la misma sintonía, aunque parecía lo mejor no quiere decir que no fuera un suplicio el vivir con ello.
Si algún día nos encontramos, tras muchos años de separación, no espero tu comprensión, pues tu rostro sigue grabado a fuego en mi mente y tus palabras en mi piel, solo espero, que si el destino se pone de mi parte y todo sigue como años atrás reconquistar tu amor.
Nuestra historia aún no tiene un final, si palpita en alguno ese sentimiento que nos unió, así que me daré a la tarea de volver a forjar desde los cimientos todo aquello que un día nos hizo felices.
Esa oportunidad espero, para que vuelva la dicha a mi ser.
