Pequeños detalles
que hacen de mi cabeza
una noria que no se detiene
ni tampoco descansa.
Cuando todo parece
un certero camino
siempre hay "eso"
que me descontrola.
La calma intenta llegar
el corazón pensar
pero se cuela para variar
la inseguridad.
Y así los días pasan
las noches llegan
sin que nada al final
pueda cambiar.
Silencio en el tiempo
que abraza mis días
en la espera de "eso"
que con Fe sé que vendrá.
Puede ser que esté "ciega"
ante tanta realidad
pero prefiero deambular
a oscuras por mi felicidad.
Nada es ciencia cierta
hay mucho más allá
de lo que pueda comprender
y de lo que quiero entender.
Y siempre se abre ese halo
que me empuja a la esperanza
esperar un poco más
de eso que puedo tener.
Quiero navegar
entre tus sentidos
para que me vida
se impregne de tí.
Nadar entre tus venas
descubrir cada parte
de ese ser que roba
todos mis instintos.
Coronar mi viaje
en ese punto donde
todo nace y se estimula
con un sútil roce.
Para morir entre los latidos
de ese corazón
que aunque quiera
no será mío.
Dime que detienes el tiempo
donde nuestras almas
separadas están
ansiando volver junto a mí.
Que esos segundos de espera
se hacen interminables horas
haciendo que el aire de tus pulmones
se vuelva insuficiente.
Donde esa mínima distancia
se convierte en kilómetros
de deseos irrefrenables
de no dejarme ir nunca.
Que esa próxima vez
será el último ¡adiós!
que nuestros labios
pronuncien.
Pasa el tiempo
se van ligando
esos recuerdos
llenos de ilusión.
Mueven en el interior
emociones dormidas
hace muchos meses
sin ninguna esperanza.
Entonces se enciende
esa chispa que arde
en la piel y corazón
desatando la pasión.
Palpita todo el alma
ansían los deseos
se extinguen los miedos
vuelve la felicidad.
Llega ese instante
donde encuentras
la paz que necesitabas
hace tiempo atrás.
Aveces te resignaste
a dejar todo como está
a pesar de no hacerte
nada feliz.
Conseguiste llegar
a ese equilibrio
donde puedes girar
sin tropezar.
A disfrutar cada segundo
que la vida te va
sin tener que pensar
en otra realidad.
Recuerdos que te hacen ver
todos esos instantes
que creiste estabas
perdido por la vida.
Avanzas en las páginas
y descubres detalles
que demuestran
que estuviste equivocado.
Siempre a tu lado estuvo
alguien que llenó
esos momentos vacíos
sin que lo notaras.
Ahora, en perspectiva
alivio inmenso al saber
que a pesar de no verlo
siempre estará.
Deseo que impregnas
todos mis poros
haciendo de mis sentidos
lujuria y desenfreno.
Que solo basta una sonrisa
para desencadenar
esos bajos instintos
que viven en la piel.
Haciendo de mis cimientos
hojas de papel
para entregarme
sin nada que pensar.
¿Y si me equivoco?
que más da
la vida solo da una
oportunidad.
Querido amor:
que como un vendaval
azotas mis sentidos
dejándome exhausta.
Donde un beso
arde en los labios
calcina las venas
atormenta los instintos.
Y esas caricias
que tatúan una piel
que tirita al ritmo
de ese amor que surge.
Para explorar esa promesa
que intensa aún late
muy dentro de su ser
que espera ser tentada.
Alas que tocaron el cielo
trayendo con ello
esa luz necesitada
entre las sombras que habitan.
Conquistaron un sentimiento
que crece y quema
muy dentro de su ser
esperando que sea real.
Disfrutaron con el sutil roce
de ese infinito que embriaga
desde donde todo es pequeño
y la felicidad inmensa.
Aterrizaron con convicción
en tierras nuevas
donde poder lograr
ese nuevo amanecer.
Vino como un fuerte oleaje
subiendo como la espuma
abrumando los sentidos
despertando emociones.
Llegó a la cúspide
ese segundo eterno
donde todo podía tocar
para descender bruscamente.
Arrastró todo a su paso
dejando un rastro tras de sí
¿para no olvidar
o mensaje a su vida?
Y así, la calma llegó
haciendo de ella
una veleta de papel
movida en el ancho mar.
Cayó en la tentación
y sus miedos
se hicieron
realidad palpable.
El silencio inundó
su alma
que su corazón
dejó de latir.
Interminable
espera
con recuerdos
flotando.
De pronto
esa luz apareció,
preguntándose
¿debo seguir?.
Ese que con un beso
sencillo,
llenaba de luz
mis días.
Que calmaba mis miedos
con una palabra
oportuna,
dándome esperanzas.
Donde los días grises
al cobijo de sus ojos,
parecían eternos
lunes al sol.
Porque ya no existe
ninguna razón
para volvernos,
uno solo.
Caminos que vienen y van
en el sentido que tú decidas
esperando encontrar en su recorrido
algo que haga detener tu paso.
Mejores o peores, eso da igual
sabe que de todos ellos aprenderá
esa valiosa lección que no olvidará
mientras en éste mundo ande.
Su sonrisa siempre estará
porque el sol iluminará sus días
la luna velará su íntimos sueños
y al amanecer, volver a creer.
Nadie entenderá los vaivenes
de su convulsa existencia
donde parece una realidad
y a veces es solo una ilusión.
Le desconcertaba
seguía con su vida
como siempre lo hizo,
sola...
Deambulaba
sin buscar,
simplemente avanzar,
sola...
Sus pasos livianos
el alma cargada
de sentimientos,
pero ... sola.
No necesita explicación
no quería ni la razón,
solo una solución
a su situación.
Vienes y vas
en una espiral
que confunde
mis sentidos.
Te apoderas
de mi ser
moviéndolo
a tu antojo.
Sacudes
mis cimientos
sin que importe
el destino.
¿Te quedarás?
aunque sea una vez
dulce paz,
que te necesito.
Seguía la corriente
de esa lava de amor
que de su corazón brotaba
a cada segundo.
No importaba
si su razón perecíera
incinerada en el camino,
quería seguir.
En la distancia
se avistaba,
el humo que desprendían
todos sus sentimientos.
Nada encontró,
todo dejó,
y al final
en la hoguera feneció.
Creía que siempre
estaría ahí,
a la vera
de su camino.
Creía que bastaría
sencillamente amar,
para disfrutar
una eternidad.
Creía en la sonrisa
que recibía a diario,
de esa alma
perfecta.
Creía en su sueño
de amor imposible,
al final de todo
se volvería posible.
Sólo ... creía.
Muero en el deseo
que crece día a día
muy dentro de mí,
por tenerte aquí.
Amarte en silencio
gritándolo al viento
cuando el corazón
palpita acelerado.
Muero en tu mirada
que cautiva mis horas,
haciendo de ellas
esperanzas forjadas.
Por dormir al amparo
de unos preciosos ojos
que cuidan mi sueño
convirtiéndose en mi faro.
En un sueño
transita mi vida
donde todo
puede ser real.
Con una sonrisa
despierto al amanecer
sabiendo
que pronto te veré.
El mundo y su caos
desaparece,
solo existen
tus dulces ojos.
Y de pronto
un beso...
que enamora
todos mis sentidos.
En la oscuridad,
una mano se alza
buscando a tientas
eso que dicen sus sentidos.
Se ha colado
muy dentro de ella
despertando
cada fibra de su ser.
Desata poco a poco
esos instintos
que siempre duermen
esperándolo.
Para envolverla
en esa nebulosa
que embriaga
su alma.
Dime querido amor
donde guardas tu esencia,
esa que me embriaga
y me hace desearte.
Como escabullirme
dentro de tu piel,
para seducirte
de a poquito.
Lograr que tu latido
con un susurro
se acelere
y piense en mí.
Alcanzar tu Nirvana
para desatar a los dioses
que atan este deseo
al borde del abismo.
¿Qué buscas?
yo ... ya no busco,
por que si encuentro
puede que no sea lo que quiero.
Solo recibo
todo aquello
que la vida
me trae.
¿Qué quiero?
eso suena a posesión,
solo disfruto
cada sentimiento.
Todos esos
que me hagan
sentir viva
una vez más.
Soledad que a veces llegas cuando menos te espero todo parece gris, no faltas a esa cita y me hundes en la desesperanza de querer escapar...
