Sucumbir
Seguía la corriente
de esa lava de amor
que de su corazón brotaba
a cada segundo.
No importaba
si su razón perecíera
incinerada en el camino,
quería seguir.
En la distancia
se avistaba,
el humo que desprendían
todos sus sentimientos.
Nada encontró,
todo dejó,
y al final
en la hoguera feneció.
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