Y como no,
la vida es una
montaña rusa
donde cuando crees
que tocas el cielo con tus manos
desciendes y vuelta a empezar
creando nuevas esperanzas
que hagan latir desbocado
en el pecho ese corazón
que enamorado
se mantiene firme.
Dejar libre la imaginación para escribir lo que a veces tenemos miedo de hacer.
Y como no,
la vida es una
montaña rusa
donde cuando crees
que tocas el cielo con tus manos
desciendes y vuelta a empezar
creando nuevas esperanzas
que hagan latir desbocado
en el pecho ese corazón
que enamorado
se mantiene firme.
Hipnotizame con esa voz
que mueve mis cimientos
se cuela muy dentro de mí
calentando mi alma
erizando mi piel
hazme caer
en la profundidad de tu ser
perdiéndome
entre el deseo y la pasión.
Imborrable
esa mirada intensa
que atraviesa mis pupilas
y algo más ...
roba mi hálito
ruboriza mi alma
me enseña a desear
más y más.
Dime,
dónde encuentro tu mirada
dime,
dónde me deleito con tu sonrisa
dime,
dónde están tus manos ahora
dime,
dónde esta tu calor
dime,
dónde se encontraran
nuestras ansias
que vagan sin rumbo
hasta volvernos a tener.
En el silencio de los días
el pecho alberga
todas esas esperanzas
robándome sonrisas
sigue latiendo
con tal intensidad
que parece a punto
del colapso
dándome la razón
de ese gran querer.
Al caer la noche
se hace palpable en la piel
ese recuerdo
que estremece mis cimientos
dejándome sin aliento
me empuja a buscar
en mi interior
esas emociones
que siempre desatas
cuando te tengo
junto a mí.
Soledad que a veces llegas cuando menos te espero todo parece gris, no faltas a esa cita y me hundes en la desesperanza de querer escapar...