Destino que mueves los hilos
de corazones enamorados
haciendo de sus vidas
un carrusel de emociones.
Te escondes y juegas
a flechas dispersas de cupido
haciendo latir las almas
que ansiosas esperan.
Cuando todo parece inútil
te cuelas y das en el blanco
abriendo un abanico
de sensaciones.
Amor que crece,
amor que nace,
mientras la piel
renace.
Ni todo el silencio
ni la distancia,
hará mella
en lo que siento.
Creo en tu mirada
en tus dedos tocando mi piel,
haciendo que se disparen
mis instintos.
Intuyo tus deseos
cuando tu calor
hace presa
del mío.
Vibro con los susurros
con besos encendidos
que calcinan mis miedos
haciendo mi alma feliz.
Amarte es el camino
que he de recorrer
para descubrir
lo que me haces sentir.
Entregar el alma
a un corazón
que lejano
se une a mí.
Forjar nuevos sueños
con la firme intención
de ser felices ambos
sin ninguna condición.
Tejer las aventuras
que alegren los días
en cada amanecer
que nuestras almas vivan.
Fantasía que provoca
todo las fibras de mi ser
queriendo enredarse
entre tu alma.
Despejas las dudas
solo existe el deseo
de anidar junto a ti
al calor de tu cuerpo.
Semilla que brota
en la pasión y lujuría
cuando tus labios
se apoderan de los míos.
Un antes y un despúes
desde que en mi vida
entraron tus miradas
acompañadas de caricias.
Amo cada segundo,
que nuestras almas
se encuentran
en el silencio de los besos.
Amo esas miradas,
que estimulan mis sentidos
dejando mis miedos
atrapados en el desván.
Amo tu sonrisa,
que embriaga mi mundo
haciéndome una feliz
loca enamorada.
Amo todo de tí,
por que los pequeños detalles
se convierten en mis promesas
eternas de amor.
Tu mirada me cautiva
me transporta
dejando a mis emociones
actuar.
Me pierdo en tus caricias
que lentas me recorren
ese cosquilleo embriaga
me invitan al placer.
Mi cuerpo se entrega
a tus manos
a tus besos
a tu dulce mirada.
Todo deja de existir
solo importa el sentir
con cada parte de mí
todo lo que me das.
Entre el mundo
de las fantasías
te cuelas todos los días
haciéndome feliz.
Cogiendo mi mano
me elevas al cielo
donde nuestro vuelo
se vuelve eterno.
Promesas al viento
que llenan mi espíritu
de una calma intensa
rebosante de amor.
Despierto aturdida
oliéndo a tí
con la firme esperanza
que volverás a mí.
Necesito sentir
tu aroma en mi piel
impregnando
cada poro de mi ser.
Necesito perderme
en la inmensidad
de tu mirada
que subyuga mis deseos.
Necesito caer
en la red de tus labios
para embriagarme
de pasión y lujuría.
Necesito dormir
al calor de tu pecho
con el latir desbocado
de un corazón enamorado.
Corazón que desataste
la caja de Pandora
de mis instintos
por tí.
Abriste un camino
hacia el deseo y la pasión
colmando mi alma
y extasiando mi cuerpo.
Devoraste cada parte de mi
que celosamente guardaba
para tus labios de pecado
y mirada de seducción.
Inspiraste en mi
esa vida perdida
dándome la felicidad
que merezco.
Calor que invade
cada parte de mi ser
cuando tu te encuentras
muy cerquita de mí.
Despliegas tus encantos
con esa sonrisa que sonroja,
labios adictivos
y caricias de amor.
Tranquilizas mis miedos
acurrucándome en tu torso
que se convierte
en mi mejor protección.
Llenas mis vacíos
desatas mis ilusiones
me entregas a los sueños
de nuestra eternidad.
Decido ser feliz amándote
con la locura que mi corazón
es capaz de dar en todo su esplendor
para ser uno solo cada amanecer.
Decido olvidar todo el pasado
del que aprendí a discernir
lo que no me hacía ningún bien
para volver a ser esa que siempre fuí.
Decido sorprenderme con cada atardecer
que se muestra libre y multicolor
donde todo parace posible
con extender mi mano.
Decido vivir cada segundo
con un palpitar que acelera mi pecho
con una mirada que me robe sonrisas
con suspiros que me sepan a amor.
Amarte en libertad
esperando cada segundo
donde nuestros labios
se entreguen con pasión.
Soñar con cada caricia
que desata mares de pasión
en el caudal de mis venas
deseosas de tí.
Atraparte en mi alma
para que sientas
latidos que desbocados
hablan solo de tí.
Enamorarte cada minuto
para que mirada
no deje de fijarse en la mía
y volvernos unos solo.
Cambia lo que me haces sentir
se convierte en algo tan intenso
que muero en el éxtasis
de un corazón enamorado.
En tu mirada leo entre líneas
todo lo que tu boca calla,
pero me las regala convertidas
en besos ardientes que me consumen.
Dibujas mi cuerpo con caricias
que tatúan todo lo que deseas,
haciendo de mi alma una explosión
de seducción, lujuría y placer.
Atados siendo libres de entregarnos
con esa intensidad que solo nosotros
podemos entender en medio
de tanta distancia y sin razones.
Susurrame,
todo aquello
que tu mirada
grita al verme.
Susurrame,
lo que tus caricias
dicen, cuando
mi piel escandalizan.
Susurrame,
los sueños
que un día creamos
al atradecer.
Susurrame,
asi bajito
todo lo que YO
te hago sentir.
Corre ganándole tiempo al reloj, mientras su pecho se agita, por fin la cita esperada, nerviosa y ansiosa, puntual como siempre.
Aparece como envuelto en una nube que borra al resto del mundo, sus pies livianos se deslizan hacia él, para encontrase con esos labios que le embrujan.
La toma de la mano y le sonríe, su corazón se detiene mientras su mirada irradia esa luz que se traduce en felicidad eterna y verdadera.
Perfecto encuentro, cuando las caricias no se hacen esperar al cobijo de esos ojos que le devuelven la fe y el café sabe a algo más.
Los miedos se esfuman
cuando tu mirada admiro,
cuando tu sonrisa
me roba una a mí.
Deleitarme
con dulces caricias
que estimulan
todos mis sentidos.
Olvidarme del mundo
para congelarme
en esos labios
que incitan al pecado.
Despedirme
con la ilusión
de que mi corazón
siempre te pertenece.
Cada segundo
que mi corazón palpita
se unen nuestras almas
en la distancia.
Nada importa
solo sentirte
muy dentro
de mi esencia.
Descubres
cada parte de mí
donde los miedos
huyen.
Esperando
el instante
en que tu cuerpo
vuelva a disfrutar.
Podría dejar de amarte,
convertirme en el silencio
que cada día me acompaña,
hasta ser un simple recuerdo.
Podría dejar de amarte,
ser esa distancia
que separa los latidos
del deseo que duerme.
Podría dejar de amarte,
fundirme como gota
que se une al caudal del mar
para viajar lejos de tí.
Podría dejar de amarte,
pero la felicidad que me brindas
moriría en el mismo segundo
que abandones mi corazón.
Te amé lentamente
sin prisas y sin razones,
solo sabiendo
que eras quien me hacía feliz.
No pedí nada a cambio
ni siquiera tu amor,
pero a cuenta gotas llegó
y mi soledad enmudeció.
Guardo la esperanza
que todo vuelva a ser
como el instante
que tu calor vino a mí.
Donde sin buscarte
apareciste
y sin quererlo
te amé.
Miro y espero
a que el tiempo
decida que ya es
suficiente.
Pienso en silencio
en la distancia
esa que dirá
cuando es suficiente.
Recuerdo hace cuanto
tus ojos se clavaron en mí
y creo que ya
es suficiente.
Grito a mi alma
para despertarla,
duerme sin tí
ya es suficiente.
Si ya nada queda,
si todo se esfuma,
ni el recuerdo vuelve
entonces ¿para qué sigo?.
Caricias que se pierden,
besos que saben a vacío,
palabras sin sentimiento
entonces ¿para qué sigo?.
Donde el tiempo aliado es,
la distancia una coraza,
que me acostumbró
entonces ¿para qué sigo?.
Lo real no lo és,
vivo en un mundo paralelo
que me aceptó,
entonces ¿para qué sigo?.
Cerré los ojos
entregándome a los recuerdos
separando
alma y cuerpo.
Descubrí ese "algo"
que ahora nos separa,
que me hace sentir
un vacío.
No duele
solo existe,
mientras yo
me diluyo.
Dejar el agua correr
para que me lleve
tan lejos como el destino
decida con mi alma.
Dulce corazón
que en la distancia
lates tan desesperado
como yo por tí.
Ansiosos esperamos
ese tiempo que juntos
volvemos realidad
nuestro amor.
Al cobijo del silencio
rompemos los esquemas
con susurros
y caricias de pasión.
Entregados
una vez más
para que la vida siga
al amparo de recuerdos.
¿Y si todo cambia
y con ello yo,
dejando atrás
lo que un día pasó?
Cerrar la puerta
avanzar y creer
que solo en recuerdos
podrá volver a ser.
Ya no parece doler
solo la nostalgia
de cenizas
de un fuego extinto.
Solo queda recorrer
la historia de un pasado
que fué eterna
mientras duró.
Ví tu mirada
todo cambió,
profundidad de océano
donde navegar.
Sonrisa que me cautivó
para perderme
en corrientes
de amor.
Alma libre
atada al deseo,
donde todo vale,
donde todo existe.
Destino perverso
que te cruzó en mi camino
para anhelarte
dentro de mi vida.
Nada detendrá
los sentimientos
que brotan
por tí.
Aunque el día
se vuelva gris
y la distancia
se empeñe.
A pesar del silencio
que inunda el ambiente
donde mis suspiros
se confunden con latidos.
Y si todo acaba,
y si todo muere,
quedará la ilusión
de sentirme viva.
Querido corazón
que lates desbocado
sin escuchar
razón alguna.
Entrégate sin miedos
pero no derrames
lágrimas al viento
cuando todo cambie.
Ama sin prejuicios
quiere sin límites
añora sin medida,
no sufras por nada.
Nada es para siempre
los malos días terminan
mientras se despeja
tu nuevo horizonte.
Soledad que a veces llegas cuando menos te espero todo parece gris, no faltas a esa cita y me hundes en la desesperanza de querer escapar...
