Tu mirada

Corre ganándole tiempo al reloj, mientras su pecho se agita, por fin la cita esperada, nerviosa y ansiosa, puntual como siempre.

Aparece como envuelto en una nube que borra al resto del mundo, sus pies livianos se deslizan hacia él, para encontrase con esos labios que le embrujan.

La toma de la mano y le sonríe, su corazón se detiene mientras su mirada irradia esa luz que se traduce en felicidad eterna y verdadera.

Perfecto encuentro, cuando las caricias no se hacen esperar  al cobijo de esos ojos que le devuelven la fe y el café sabe a algo más.

 


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