El desasosiego y yo
Cayó en la tentación
y sus miedos
se hicieron
realidad palpable.
El silencio inundó
su alma
que su corazón
dejó de latir.
Interminable
espera
con recuerdos
flotando.
De pronto
esa luz apareció,
preguntándose
¿debo seguir?.
Cayó en la tentación
y sus miedos
se hicieron
realidad palpable.
El silencio inundó
su alma
que su corazón
dejó de latir.
Interminable
espera
con recuerdos
flotando.
De pronto
esa luz apareció,
preguntándose
¿debo seguir?.
Cuando la pasión promete, hay que seguir SIEMPRE
ResponderEliminarNo queda, otra.
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