Cayó en la tentación
y sus miedos
se hicieron
realidad palpable.
El silencio inundó
su alma
que su corazón
dejó de latir.
Interminable
espera
con recuerdos
flotando.
De pronto
esa luz apareció,
preguntándose
¿debo seguir?.
Dejar libre la imaginación para escribir lo que a veces tenemos miedo de hacer.
Sigue preguntándose ¿Por qué? puede que nunca obtenga respuesta y deba vivir con esa intriga pues no lo puede cambiar la diferencia estriba ...
Cuando la pasión promete, hay que seguir SIEMPRE
ResponderEliminarNo queda, otra.
Eliminar