Trece veces

Trece veces intentando jugar al amor
abriendo mi mente a ese sentimiento
donde mis alas al viento
siempre se truncaron por rayos de sol

Trece veces creí tocar el cielo
pero de nuevo, era un espejismo
un golpe en mi sensibilidad me hacía despertar
para llorar lágrimas amargas de incomprensión

Trece veces mi corazón palpitó aceleradamente
ilusionado se dejó leer como un libro
para luego caer en la cuenta
de haber sido un juego o un número nada más

Ahora, veo ese pasado oscuro
que me podría llenar de dolor
en cambio escogí buscar el último número
que me haga vibrar en la vida





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