Temores abandonados
En el abismo de la desesperación,
una suave brisa alienta mi camino,
pero detiene mis pasos junto al miedo,
desde donde retrocedo buscando un nuevo sendero.
Aunque se apaguen las esperanzas,
el latir de mi existencia me propone,
explorar con detalle cada amanecer,
disfrutando el destello de vida que brindan.
¿Qué importa si se han roto los sueños?
habrá nuevos retos que traerán felicidad,
de que sirve vivir,
¿si te empeñas en seguir en la oscuridad?
Cada día es una oportunidad de crear,
forjar con una sonrisa la expectativa,
esa que te haga brillar sin temores,
donde tu luz se convierta en el faro de otros.
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