Queriendo perturbar tu sueño,
con mis susurros de amor,
me detengo en el umbral,
para verte dormir.
Me empuja ese impulso,
de hablarte de mi corazón,
que late a escondidas,
por ti.
Tu aroma se extiende,
llegando a mis poros,
donde descarga los impulsos,
que guardo para ti.
Intento razonar,
con mi realidad,
pero ella insiste,
en su debilidad.

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