Retrospectiva
Entiendo ahora,
lo que él sentía,
esa tormenta
que arrasaba su cordura.
Donde todo parecía poco
y lo poco demasía,
hasta inclinar la balanza
donde él perdía.
Insensato se adentró,
hasta los misterios de un corazón,
que nunca dio razón
de su verdadera intensión.
Quebrantado,
tuvo que ahogar
el fuego que recorría su piel
y dejarla partir.
Dejando al tiempo
curar los deseos,
que aún viven
muy dentro él.
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