Redención

Palabras que pensé no diría,
brotaron como manantial salvaje,
haciendo temblar 
todo mi ser.

Ni compromisos ni obligaciones,
simplemente liberación,
dejándome de esta forma
ser plenamente feliz.

Ahora una calma me inunda,
mi corazón se agita,
mis deseos crecen
y el placer se disemina.

Por fin, disfruto,
sin que me aten los fantasmas,
que se acoplaban a mi alma
frustrando mis sentidos.

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