Irresistible deseo
Justo donde el tiempo se detiene, viajan los sentimientos que me unen a ti, para perdernos en nuestra intimidad.
Retamos al destino a buscarnos en la penumbra, que envuelve los besos y caricias que nos llevan al éxtasis total.
En libertad, expresándonos como almas entregadas a los instintos de la piel, que nos dan esa felicidad.
Sintiendo que nos volvemos uno solo, al conjugarnos con milimétrica exactitud, dejando que hablen los deseos.
Cuando las miradas dicen todo, las caricias las complementan y los besos se vuelven promesas de amor.
Subimos, bajamos y volvemos a caer en las manos de Eros, que nos abre un mundo de experiencias que queremos vivir.
Alentados por los instintos, seguimos las normas que marcan los cuerpos, dejando que ellos decidan.
Y cuando parezca que llega a su final, saber que pronto volverá a empezar, esa vorágine de lujuria y placer que nos sacude.
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