Lo que la escritura logra

Se enamoró sin saberlo, sin esperarlo, solo sucedió ... Corazón desbocado que se ilusiona con una voz que recorre todos sus cimientos, ojos que la invaden y desnudan sin piedad, labios que le muestran el camino donde perderá la voluntad. Imprudente se entrega, no importa perder ... Entregando todo lo que su vida tiene por un minuto con él, donde las fantasías superen sus sueños y la haga volar e imaginar que es posible la felicidad junto a su realidad. ¿Qué va hacer? ... esa es su vida ... Escalar lo más alto para luego en caída libre, recomponer los pedacitos de vida que puedan quedar, haciendo una versión mejorada y más fría que antes, donde nadie importa ... hasta la próxima vez. Dice que aprende, pero se vuelve a equivocar... El amor se siente, se disfruta, se vive, no es complicado, si lo es.... cualquier cosa será, menos amor; nadando contracorriente se incrementa la emoción, pero al final se vuelve a caer. ¿Cuándo parará? ¿Hasta dónde llegará? ¿Q...

Entiendo ahora, lo que él sentía, esa tormenta  que arrasaba su cordura. Donde todo parecía poco y lo poco demasía, hasta inclinar la balanza donde él perdía. Insensato se adentró, hasta los misterios de un corazón, que nunca dio razón de su verdadera intensión. Quebrantado, tuvo que ahogar el fuego que recorría su piel y dejarla partir. Dejando al tiempo curar los deseos, que aún viven muy dentro él. 

Justo donde el tiempo se detiene, viajan  los sentimientos que me unen a ti, para perdernos en nuestra intimidad. Retamos al destino a buscarnos en la penumbra, que envuelve los besos y caricias que nos llevan al éxtasis total. En libertad, expresándonos como almas entregadas a los instintos de la piel, que nos dan esa felicidad. Sintiendo que nos volvemos uno solo, al conjugarnos con milimétrica exactitud, dejando que hablen los deseos. Cuando las miradas dicen todo, las caricias las complementan y los besos se vuelven promesas de amor. Subimos, bajamos y volvemos a caer en las manos de Eros, que nos abre un mundo de experiencias que queremos vivir. Alentados por los instintos, seguimos las normas que marcan los cuerpos, dejando que ellos decidan. Y cuando parezca que llega a su final, saber que pronto volverá a empezar, esa vorágine de lujuria y placer que nos sacude.

¿Quién soy? ¿Qué quiero? ¿Dónde estoy? ya no importa.... estoy muerta. Doblaré mis alas y soportaré el resto,  es historia...

La tristeza así es menos, olvido por que lo estoy, aunque sea un efímero momento dejar de pensar,  en lo que es difícil enfrentar. No se que decir, escribir, o hacer, para poder complacer. ¿ Será que me falta mucho? o ¿Tú pides demasiado? Olvidarlo, dejarlo todo, que todo pase, como una tormenta dejar de sentir ¿será lo mejor? Hacer mi vida, dejarme llevar por el deseo, ¿qué mi personalidad salga a flote? ¿no valdría la pena? ¿me haría sentir mejor?

Ahora que mi cabeza deja de sentir, escribo lo que mi corazón quiere decir. Amarte, ¿no fue lo mejor? pero lo hice a pesar de todo en contra. Todo parecía, tan fácil ... pero al final, no fue así. No quise dejarte, ni separarme de ti, perderte o desaparecer. Pero me alejas  tanto de tu vida, que ya no sé que sentir. Te quiero, si no fueses así, hace mucho tuve que haber volado. Hacia ese instinto que controla mis deseos, esta alocada parte en busca de pasión. Aunque no es genial, lo añoro a diario, sentirte tan mío satisfaciendo tus deseos. Una palabra necesito, para que saber que soy útil en tu vida, una palabra necesito, para desistir de la idea de irme. Quiero hacerte feliz, pero no lo consigo, intento mil formas y todo termina mal. ¡Dime que hacer!, ponernos de acuerdo o simplemente dejarme partir. Se que a pesar de no ser lo que quieres, no harás nada para cambiarlo...

Inevitable se hace, el transitar por todas las estaciones de la vida y con ello aprender de cada una. Para dejar paso a algo nuevo hay que dejar que lo anterior se marchite y se desprenda de tu alma. Algunos de ellos dolerán, otros menos y algunos ni te darás cuenta de que los has perdido. Ese cambio que permite ver como los tonos de colores van variando hasta anunciar su partida. Y sabes que pronto los nuevos brotes estarán en su apogeo, dándote la oportunidad de volver a vivir. Es el tiempo de la "madurez" , de sentimientos, pensamientos y actuaciones, resarcir tus errores. Descubrir con los ojos cerrados, el sonido de las hojas secas bajo tus pies, el aroma que desprenden y lo que ello te hace sentir. Recordar que todo pasa y pasa por algo, la cuestión es como estás dispuesto a afrontarlo y que esperas que transforme en ti. 

Invité a tus labios a descubrir mi piel, para dibujar en ella tus planes de amor. Donde cada camino recorrido, se convierta, en una obsesión. Y cuando, se conjuguen nuestros corazones, volemos a la eternidad. Donde nos dejaremos llevar, creando, destellos de amor en la oscuridad. 

Eres la incertidumbre que se coló en mi vida, para regalarme chispas de felicidad. Eres a quien no esperaba, pero se ha convertido  en la razón de mi existencia, brindándome emoción. Eres quien se roba mi cordura, dejando aflorar la locura que siento por ti, cuando no te tengo. Eres "ese no que sé", que da sentido a mi sonrisa, cobijo a mis sueños y esperanza a mi corazón.

Es difícil pensar que todo puede ser un espejismo, será que el ingenuo corazón eso quiere creer y se engaña. Pero como engañar unos ojos que miran con locura, unos besos que roban el aliento y caricias que queman la piel. Donde las palabras que brotan del manantial de su boca, son libres en su expresión y no sujetas a preguntas. Cuando los escasos minutos que puede desconectar intenta buscar esa compañía que le hace disfrutar. No puede ser tan retorcido un corazón, que sin necesidad, intente ilusionar para luego marchar. Dejando todo sin mirar atrás, esperando que el tiempo cure las heridas causadas sin piedad. Alguien dijo por ahí: "si dudas, no empieces algo con alguien y si lo haces no dudes". Esa es la ley que decide el corazón cuando late sin control, cuando mira a través de la ventana de sus ojos para descubrir su felicidad.

Mientras pensamos y tratamos de entender lo que a nuestro alrededor sucede, los detalles de lo que verdaderamente importa, se diluyen. Enfrascados en buscar "algo mejor" pasamos la vida en una búsqueda continua y árida, sin ver lo que tenemos frente a nosotros. Dedicamos nuestras fuerzas a alcanzar una utopía, desaprovechando los rayos de sol que se nos brindan. La perfección no siempre es la mejor opción, por que tras ella se puede esconder un vacío que te robe las ganas de vivir. El equilibrio entre lo que tienes y lo que deseas, hace la diferencia para tener una motivación. Pero todo lo que hagas tiene que brindarte felicidad, y ser ella la que se convierta en el motor de tus ímpetus. Vivimos rodeados de circunstancias que tratan de minar nuestras esperanzas, hay que intentar lidiar con ellas y no dejar que nos venzan. No por ello tienes que avanzar solo, existe ese pilar que te apoyará y estará dispuesto hacer el recorrido contigo.

Cerré mis ojos, me perdí en tus labios, esos que me transportan a un mundo paralelo. Mis brazos, atados a tu espalda,  dejando que la cordura escapara tras de mi. Subí al cielo, cuando tus palabras resonaban en mi piel, haciéndome latir. Descubrí que tu amor, se convierte en todo aquello, que me hace feliz.

Despierto del largo letargo que me causa tu ausencia, esa que me hace compañía en estos días grises. Se cuela entre mis lamentos y ríe esperando robarme una sonrisa ... pero se hace imposible, al no verte. Recorro los rincones, donde aún se guarda ese pequeña esencia de ti, para soñar que estás conmigo. Busco tus fotos y hablo con ellas, esperando que tu voz resuene en mi cabeza y me haga estremecer. Todo me recuerda a ti y me trae esas noches, que tu calor fue mi mejor abrigo y fui muy feliz. Donde los pequeños detalles de cada una, hicieron que mi piel las guarde como divino tesoro. Pero pronto llegará, ese instante donde vuelvas a mi para dibujar con tus manos, todo lo que mi cuerpo te pide. Cuando por fin, nuestros labios se unan en un apasionado beso que los transporte a los rincones del amor.

¿Por qué te quiero? por que me haces feliz. No importa nadar en contracorriente, ni siquiera las nubes que persiguen mi cabeza, ni las palabras que buscan la discordia, te quiero. Dejo atrás el dolor y el martirio, abrí mis ojos a la felicidad, sin saber donde voy, te quiero. Impermeable al desconsuelo, me arrojo a tus brazos, que buscan mi calor, te quiero. Nada es importante, son detalles que adornan esta declaración, te quiero. Lo imprescindible, saber que quieres estar conmigo y yo contigo, el resto es invisible. Disfrutar cada segundo, convertirlo en momentos que perduren en la piel, te quiero. Entregar cada parte de mi, sin condiciones ni promesas, solo, por que .... te quiero.

Indiscreta, miraba por la ventana a una pareja que se comían a besos en el parque, casi con envidia, queriendo estar de la misma forma con su amor. Por momentos, se volvían más intensos y con ello se disparaban sus recuerdos, de esos días en que ella era devorada por sus ardientes deseos. De como, sus cuerpos destilaban amor por cada poro, haciendo que una simple caricia los elevara al cielo. Cuando unos besos furtivos se convertían en el fruto de la pasión desencadenada y excitante. Hubo un instante, en que la chica del parque se sentó a horcajadas sobre él, parecía lanzada a dar rienda a sus instintos. Sus largas piernas abrazaron su espalda y sus manos sujetaban con locura su cabellera. Un nuevo flash back vino a su memoria, donde sutilmente era encaminada a su lugar habitual, para comenzar a disfrutar ese ascenso al frenesí. Formando un solo ser, armonizando sus movimientos con cada exhalación, que agitada se apoderaba de sus instintos una y otra vez....

Todo quedó en el suspenso de la vida, cambió de repente su expresión y más tarde ... silencio. Como ente que vaga por los oscuros rincones, se deslizaba su alma que parecía perdida en el camino que la transportó a la felicidad. Solo existían teorías que avasallaban su cabeza, que pronto desechaba por que rompían su corazón. Quería gritar, correr a sus brazos, buscar su consuelo, pero chocaba con el muro de los miedos, una y otra vez. Las horas estériles se deslizaban por las agujas de un reloj que marcaba su tortura, desgastando sus ojos. No podía más, se lanzó a la calle, para ver si los rincones le daban alguna razón de ese martirio. Pero, hasta ellos en contra, guardaban silencio, ignorando sus pasos fríos y cavilantes. Llegó la noche y con ella el presagio de otra serenata  a la luna, que era la única que entendía su angustia.

Aunque el sol se niegue a salir,  dejando un día gris,  las ilusiones siguen intactas, esperando ... Aunque todo parezca en contra, siempre queda un resquicio, que empuja a seguir, esperando ... Aunque el silencio se imponga, cuando el corazón necesita palabras, nada detendrá ese latido, que espera ... Aunque el tiempo se dilate, prolongando la agonía, estará esa alma, que espera ...

No sabe con certeza como entró en su vida, no de la manera habitual, donde fechas y momentos se graban en su memoria, sin perder detalle de ello, en cambio con él, no supo lo que nacía dentro de ella, hasta que ya era muy tarde para detener ese vendaval que se avecinaba. Esa mirada, profunda,intensa y coqueta, acompañada de labios esculpidos para el pecado, donde desafiar al mismo destino, todo unido a su personalidad, no le era indiferente a nadie. Se fue adueñando de sus pensamientos, se colaba entre ellos y le hacía fantasear en lo que pudiera ocurrir si atravesaba ese umbral que notaba con los días, más cerca. Las conversaciones se volvieron sugerentes y cada palabra emitida por él, le hacía temblar sus cimientos, estremeciendo su cordura. Fue así que sin planearlo, cada  vez que estaba cerca de él, se volvía aún más coqueta, intentaba avanzar poco a poco, no tenía claro nada, solo lo que él le provocaba. Por fin, luego de unas semanas hablando de esa maner...

Sonrisas sin explicación, que aceleran el corazón. Disfrutar, solo por despertar. Que una caricia, se vuelva todo. Un beso, el preámbulo de fantasías. Silencios, que gritan las emociones. Emociones, que hacen vibrar. Mensajes, que se convierten en poemas. Poemas, que te incitan a volar. Volar, acompañada de su mano. Si esto no es amor ...

Aunque el silencio inunde la estancia,  tu voz sigue presente en cada parte de mi,  arrullándome mientras estás ausente. Se hacen menos largas las horas, para deleitarme en la profundidad de tus ojos y perderme en el fruto prohibido de tus labios. Nada tiene sentido y es perfecto, por que el corazón toma las riendas haciendo de ello un festival de pasión. Ahí es donde existe la esencia, dejándome llevar por lo que siento sin pensar en lo que pueda pasar. Todo gira y a veces sin esperarlo, pero mientras tanto ... disfruto de los minutos que tengo tu compañía. 

Corren los tiempos de perderse la vida, esos momentos que no disfrutas a plenitud sin saber si los volverás a tener. Prisas para todo lo que nos rodea, nos olvidamos de detenernos y aspirar profundamente y mirar con detalle lo que realmente es importante. Pensamos que "luego" tendremos tiempo para descansar, disfrutar, querer o reír, sin darnos cuenta que nadie sabe lo que en un segundo una vida puede cambiar. El tiempo existe para todos, con las mismas 24 horas, la diferencia está en las prioridades de cada uno  y si ellas a la larga son la felicidad. La clave está en buscar el equilibrio perfecto entre las obligaciones inexcusable, llamase trabajo, estudios o lo que sea y los momentos placenteros que cada amanecer nos regala. Siempre existirán problemas, nadie esta exento de ello, pero si dejas que ellos tomen el control de tu vida, te robarán tu felicidad. Ríe, canta, llora, con la intensidad que tu alma pida, hazlo como si fuese la última vez que ...

Había estado mucho tiempo retraída y apartada de su entorno, su humor era tan voluble, que prefería no salir para evitar desencuentros. Eso sin saberlo fue cambiando, pasaban los días y el peso que llevaba sobre sus hombros parecía más ligero, algunas circunstancias seguían ahí, pero ya no les daba la importancia que consumía su energía, eran solo "un trámite que debía pasar". Su rostro se transformó, se dibujó una sonrisa que contagiaba al mundo, la ilusión volvía anidar en su vida y notaba de nuevo el palpitar en su pecho. Le preguntaban ¿qué ha pasado? , pero ni ella misma era consiente del desencadenante, hasta que una noche, cuando ya faltaban pocas horas para irse a casa, entró él en la estancia, ella levantó su cabeza, sus miradas se cruzaron, la luz iluminó su espacio, se aceleraban sus latidos y una sonrisa adornaba su cara. No hicieron falta muchas palabras, sus cuerpos se comunicaban y entendían. Una mano que acariciaba la espalda, haciéndola e...