Ojos de pecado
Luceros que encienden el arrebato,
dispersándose en el mar de las emociones,
esas que se apoderan de los cuerpos
que como marionetas se dejan llevar.
Faros que eclipsan toda realidad,
donde perderme hasta la inmensidad,
olvidar al mundo y naufragar
entre su tempestad.
Estrellas que guían hacia un horizonte
que promete ser caprichoso,
desatando delirios extenuantes,
entre brazos ardientes de poder.
Satélite que mueves a tu antojo,
los hilos de mi cordura,
dejando caer,
lo que muchos quieren hacer.
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