Camino a la transgresión
Quise descubrir el pecado,
siguiendo el camino
que marcaban tus pasos,
hacia esa intimidad.
Donde cayeron las murallas
que resguardaban un corazón,
solitario e inseguro
temeroso del desamor.
Impaciente se entregó
a la luz de un faro,
despegando el vuelo
hacia nuevas fronteras.
Encallado ahora en las horas,
que a su antojo lo detienen,
en un mar de emociones
sin el vaivén de las olas.
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