Desenfreno
Tiemblan los cimientos,
tras caer la noche,
cuando nuestros cuerpos
chocan en la intimidad.
Nada importa,
solo el roce de la piel
que se eriza esperando
labios que mueren en ella.
Libertad de sentimientos,
conjugados en caricias
para despejar las dudas
sobre miedos escondidos.
Volamos sin destino,
marionetas del deseo,
hacia ese punto
donde todo es real.
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