Destilando amor
Sequía que termina
en el oasis de tus labios,
prestos a darme
el almíbar de tu ser.
Germina la pasión
en cada roce,
cuando a oscuras
las manos se encuentran.
Gotas de rocío
resbalan por las laredas,
de cuerpos entregados
hasta el amanecer.
No existe el tiempo,
solo los segundos
compaginados
entre edredones furtivos.
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