Como a la miel
Se presenta como ráfaga,
arrasando las miradas
que pronto se clavan en ella,
embriagados por su perfume.
Dispara la alertas,
acelerando corazones,
que se juntan a su alrededor
para un segundo de ilusión.
Una sonrisa que hipnotiza,
cabellos al viento que se mezclan
con deseos concentrados
en un ambiente de seducción.
Diosa en su pedestal,
donde todos proclaman
una gran devoción
por un roce de su piel.
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