Delirio de pasión

Susurro que llega a mis sentidos,
desatando la madeja de lo clandestino,
entregándome al viento que mece
todas esas fantasías que parecían imposibles.

Tiemblo y deambulo sin prisas,
desnuda de prejuicios
que nublen los caminos,
para bailar al son de los cuerpos.

Esculpidas en la piel,
caricias se forjan con pétalos
que demustran el calor,
de lo que puede ser amor.

 Ahora solo queda esperar
a que el amanecer traiga,
las promesas fraguadas
entre el deleite y la pasión. 

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