Dulce pecado
Deseo que se convierte en divino, cuando atraviesa los poros y duerme en mi ser, haciéndome caer. Mirada lasciva que incita a pecar, con el roce de las manos que se pierden en la piel. Ardiente sentimiento que calcina los miedos, haciendo temblar nuestra realidad. Preámbulo de fantasías que se dejan ver en cada amanecer, donde te ansío tener.