Sabor a miel

Llegó a sus oídos una voz que la transportó a un mundo que solo en sueños había tenido, dejando sus recelos en un baúl olvidado.

Desmanteló con sencillas palabras, muros que construyó hace años para evitar esquilmar corazones que se entregan sin reparos.

Miel que se extendió como pólvora en todo su torrente, desenredando los complejos asociados a toda su existencia.

Pero como fruto prohibido que fue, pensando en que podría retenerlo entre las redes de sus arrebatos que saben a culpa, sucumbió al tiempo.

Ahora, son dos recuerdos que se agolpan en su memoria, pensando en lo que pudo ser y se ha perdido en la bruma de los misterios intensos y prohibidos.