Ascenso a la felicidad
Ha llegado el tiempo de la cordura, donde olvidar es preciso para poder evolucionar, en un mundo que cada vez se hace más frío.
Las dudas y los miedos abandonados en el desván de lo prescindible, para que solo sirvan para recordar la lección de los equívocos.
Dejar caer el telón sobre historias que entristecen el paisaje y no permiten ver la majestuosidad de un nuevo amanecer.
Trepidar con el suave roce de la brisa, esa que se lleva los malos pensamientos y nos trae el aroma de la libertad hacia los sueños.
Sin temor a avanzar, sin cargas que detengan el vuelo que tus ilusiones desean, simplemente disfrutar de un día más.
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