Dejándose llevar
Calma que precede a los instintos desatados,
y un susurro traído por el viento.
Destellos de desasosiego que inundan
una cabeza llena de fantasías.
Horas que parecen eternas,
cuando se espera el momento de volver a soñar.
Destinos diferentes que se unen,
en la vorágine de lo prohibido e incierto.
Vidas que conectan,
donde se pierde la realidad.
Puertas que se abren al mundo,
ese que a oscuras se atraviesa.
En busca de un faro,
donde atracar los deseos.
Así, entregados
perdiendo los miedos a decir que ¡si!
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