Insignes pasiones
Quiso ser la dueña de las emociones,
esas que se dispersaban a su paso,
creando remolinos a su alrededor cuando se conjugaban.
Despegó el vuelo sin miedos,
acelerando el motor de su corazón,
rompiendo las reglas que le regían.
Encontró los rincones,
donde los tabúes caían sin pensar,
dejando la libertad al alcance de las manos.
Perdida entre el deslumbrante deseo,
donde los labios se mordían
y los cuerpos tiritaban, se entregó.
Ahora, vive de recuerdos,
deseos que arden en la memoria
y cubren su piel.
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