Fiebre del desenfreno
A escondidas
nuestros corazones
acelerados laten
junto a la pasión.
Emocionados
se entregan sin pudor
saciando esa piel
que desea mucho más.
Dibujan caricias lascivas
con besos prohibidos
que provocan una corriente
de lujuría desenfrenada.
Sin calma, dándolo todo
a oscuras se encuentran
para volver a empezar
con la misma intensidad.
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