Empezando

Ausente estaba

pero el corazón

se aceleraba,

sin que hubiese razón.


Entre los segundos

él se coló,

volviendo el color

donde hubo dolor.

 

De pronto

todo cambió,

y su vida

de ilusión se llenó.

 

Caminó de su mano

irradiando felicidad,

construyendo 

su eternidad.

 


 


 

 


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