¡ Eso no es amor!
Temblorosa como cada noche,
la interminable espera,
pensando ¿por qué será ahora?
Oye sus pasos,
decididos avanzan,
un recorrido que parece interminable.
El silencio se rompe,
con palabras que saben a gritos,
caricias que marcan su piel
y a veces ... le hacen sangrar.
¡Sin motivo, sin justificación!
cansado duerme,
sin remordimientos.
Ella mientras,
recoge sus heridas
y los pedacitos de su alma,
hasta el amanecer.
Convencida de su culpa,
que unas flores se las recuerdan.
No te encierres en ese martirio,
busca esa salida,
que no logre extinguir
para siempre tu sonrisa.
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