Consternación
Quiso tocar ese infinito,
reservado para pocos,
y para el deleite de muchos.
Se fundió en la ilusión
de conseguir un sueño,
que ahora ve insensato.
Intento abrir las puertas
de un corazón maltrecho,
que le empujaba a seguir.
Pero llegó la realidad,
frente a ella un lienzo
que detiene el vuelo.
Cabizbaja se sienta,
esperando el momento
de volver alzar su alma.
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