Entregados al frenesí
Se cierra el cielo,
mientras las almas abren sus puertas,
para dejarse llevar.
Ciegos de pasión,
los corazones estallan
conjugando la tierra y el mar.
Nacen fervorosas fantasías,
donde la piel se desgasta
con lisonjas y besos.
Palabras se confiesan
entre suspiros de amor,
caldeando las emociones.
Inexistente es el tiempo,
entre nubes de seda que cubren
esculturas perfectamente armonizadas.
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