Tomar un respiro
Pasividad que inunda mi vida, donde me dejo llevar, me transporta a una dimensión donde escucho los latidos de mi corazón. No importa el momento ni el lugar, sencillamente me dejo llevar, a ese trance que me hace olvidar, los achaques de la humanidad. Tras la pausa, vuelvo a existir, más serena, más tranquila, permitiéndome disfrutar, lo que a ciegas solemos transitar. Una sonrisa que nos calma, un rayo de sol que nos calienta, la brisa que roza nuestra rostro, un segundo que no se pierde ... ¡se disfruta!