Confesiones del corazón
Detuvo sus pasos al borde de sus latidos, que aceleredados la empujaban a perseguir una fantasía.
Sin preámbulos ni tapujos, de su boca salieron frases llenas de pasión que hacían contener la respiración.
No permitía interrupción, sabía que si las había, sus fuerzas caerían y no abriría su corazón.
Desahogó sus sentimientos, desnudó su alma con tal naturalidad, que al despojarse de cada frase, su corazón detenía su marcha.
Su respiración agitada, alcanzó la calma, mientras sus manos temblorosas aún sujetaban con tal fuerza el respaldo de una silla.
Él emocionado y aturdido por tanta información recibida, solo esbozó una sonrisa, que hizo erizar su piel.
Poco a poco se acercó a ella, tomándole las manos que temerosas extendió.
- Todo parece perfecto y sincero, yo lo que menos quiero es hacerte daño, así que te propongo, disfrutar cada día y ver lo que el destino nos prepara. Mi corazón contigo, pone a cero su recorrido para que lo guies sin miedo alguno.
Comentarios
Publicar un comentario