Afectos lapidados

Resquicios de amor
caen sin piedad,
ante los ojos 
de mi incredulidad.

El silencio se apodera
de los latidos de un corazón,
que agoniza en la víspera
de un nuevo albor.

Mientras las heridas
convulsionan,
impregnadas de salinas aguas
purifican su conmoción.

Otra vez el silencio
hace mella en el espacio,
donde habitaban las sonrisas
y la razón. 

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