Tu verdad
- ¿Estás ahí? preguntó, tocando el cristal.
- ¡Que sí! mira que eres insoportable.
- ¿Porqué me dices eso?
- ¡Me parece increíble!, no eres ni capaz de reconocerlo.
- ¿Qué debería reconocer?
- ¡Que eres insufrible!, no te preguntas de donde vienen tus eternos traumas.
- No sé, a que te refieres, dijo girándose.
- No es que no lo sepas, no lo quieres aceptar, por ello no me miras de frente, eres tan básica y fácil de leer, aunque intentes esconderte, yo hace mucho que te conozco y lo sé.
- ¡Que sabes listilla! gritó, fuera de sí.
- La poco gente que puede tomar interes y conocerte, le muestras esa estúpida imagen de "sufrimiento incomprendido", al principio puede que te funcione, pero al paso del tiempo, se dan cuenta, que eres una inmadura, manipuladora y al final cansas. No eres capaz de reconocer, que no es la otra gente la que causa tus males, eres tú misma, con esa actitud de m...
- ¡CÁLLATE! no sigas, no me comprendes ni me conoces
- Jajjajajjajaja! conmigo, eso no te funciona, eres retorcida, deberías sentarte y recopacitar TODO lo que has vivido y aprender de ello, detrás tuyo hay una gran estela de soledad, envidia e incapacidades, que no quieres ver. Te auguro, que los pocos que siguen a tu lado, no durarán mucho, si continúas por ese camino.
- ¡Déjame en paz!
- Claro que lo haré, pero recuerda que eres tú quien me busca. Así que, la próxima vez que me necesites, espero hayas cambiado, porque si no, yo también desapareceré.
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