Ilegales

Te esperaba entre las sombras de mis deseos más oscuros, que hacían arder mi piel y mis venas.

Viajé hasta tu interior, despertando cada célula de tu ser a mi paso, para sentirte mío y disfrutar de tu lujuría.

Caímos en el abismo de desenfreno, así como nuestras ropas, dejando al descubierto esas historias escritas entre sudor y deseos.

Complementándonos, con besos salvajes y caricias vetadas al mundo, terminamos extasiados, abrazados y sonrientes.

 


Comentarios

Entradas populares