Dulce veneno
Droga que recorre cada centímetro de mi piel, que me eleva y me tortura, pero a la vez me brinda felicidad.
Intento dar la espalda, olvidar que todo ha pasado, pero deambulo perdida en los recuerdos creados.
Y de nuevo mis pasos me llevan a ella, donde vuelvo a sonreír, mi corazón se acelera y detiene sus miedos.
La calma regresa a este mar revuelto de sentimientos, si un segundo se vuelve silencio de ángeles.
Como dejar de pensar en como hierve la sangre, con el recuerdo de las historias dibujadas con tus manos.
Donde empieza la ficción y donde la realidad, si todo parece con mucha intensidad en ésta trémula piel.
No quiero perder tu influjo, aunque me lleve a la desesperación, aunque queme mi alma y mis venas, quiero ese veneno devorándome.
Y si muero, en el roce de los labios que prohibidos me transportan, viviré en otra dimensión con los sabores de sus recuerdos.
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