Ascensor de emociones
Al cerrar las puertas,
subimos como la espuma,
liberando fantasías
que viven reprimidas.
Luego, bajamos al infierno
donde se consumen
nuestros ardientes
deseos.
Un recorrido placentero,
que llena nuestros instintos,
aunque se vuelva corto
y parece que se acaba.
Concentramos emociones,
dirigidas por las pasiones,
que rondan los corazones
ajenos a las razones.
Comentarios
Publicar un comentario