Y cada mañana,
como a través de todo este tiempo,
su primer pensamiento
se lo roba él,
con una sonrisa boba
se levanta,
comienza su día
que ya es perfecto.
Y por la noche,
se entrega a Morfeo
dedicándole ese último
recuerdo,
sonrisa,
a ese mismo ser
que le da sentido
a su existencia.
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