Queriéndote
Corazón,
te amo en la distancia
al cerrar cada noche los ojos
buscando tu silueta.
Ya no intento comprender
por que razón,
pero estás en cada latido
de mi corazón.
Puede que el destino juegue
a juntar los momentos
para luego desistir,
alejando nuestros cuerpos.
En silencio
llega una ilusión
que de nuevo
hace latir mi corazón.
Nunca hay que desistir... El corazón siempre tiene que ir hacia delante. Latir y latir sin detenerse.
ResponderEliminarSi, es lo que se debe intentar.
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