Nuestro encuentro
Llega el momento
de volver a soñar
con esos minutos
que se vuelven eternidad.
Donde las razones sobran
los corazones se aceleran
caen los atuendas
y llegan las caricias.
Viajando a las fantasías
creadas con roce de labios
dibujando una piel
que se eriza y emociona.
Olvidando que existe
afuera un mundo
que se hace insignificante
entre la lujuría y la pasión.
Nada como el roce de unos labios lujuriosos y la mirada de unos ojos que te muestran su interior
ResponderEliminarNada podría ser mejor, si los corazones se entienden.
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