Mal ...
Llegó el amanecer, con él un mensaje que sabía a disculpas, un minuto cambió todo, no tengo fuerzas, me levanto por inercia mis pasos me llevan hacia los sitios de rutina.
Me enfrento al mundo en una mañana fría y con viento, esperando que se lleve lo que mi cabeza guarda y mi pecho llora.
Con mala cara, mal dormida y mal querida, me deslizo a otra dimensión, donde pongo mi mejor sonrisa y comienzo a fingir que nada ha pasado.
He decidido respirar y nada más, pero el impulso de mis dedos me llevan a enviar una señal de atención, que espero sirva de algo ... aunque lo dudo mucho.
Ahora queda... enfrentar mis rubores y desdenes, seguir fingiendo y poco más....
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