Decidir ser feliz
Entró y tomó asiento al fondo de la cafetería, ajena al mundo, su compañía un croissant de mantequilla y un café.
Su música sonaba de fondo, sus fibras se fueron estremeciendo, mientras su pensamiento se disparaba y buscaba en su alrededor un motivo para sonreír, aunque no hacía falta ... ya lo hacía, por que era muy feliz.
Un impulso hizo que sacara su teléfono, escribió dos frases y su corazón se aceleró, era lo que le inyectaba vida, actuar por impulso y de corazón.
Los recuerdos iban y venían con cada canción que sonaba, a veces la hacían sonrojar, estaba en su mundo, conversaciones que estimulaban sus silencios.
¿Cómo se puede ser tan feliz?
Sin tener certezas ni tiempo ni destino ...
" Para ser feliz, solo es necesario desearlo y quererlo, los obstáculos son simples roces que te hacen despertar del letargo que tú quieras darle a la vida".
Y volvía a sonrojarse, mientras una sonrisa adornaba su rostro.
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