Lo que la escritura logra

Vuelven las dudas a rondar esta cabeza, que llena de pájaros arrullan sus miedos. Hace oídos sordos a todas las evidencias, que parecen ser reales muy a pesar de su indolencia. Pero que mas dará, si la hace volar hacia esa dimensión, que la hace soñar. Ni el tiempo importa, en esta vorágine de bajas pasiones y deseos candentes. Si solo perderse en encuentros contados, hace de su vida  una motivación. 

Como no decir nada, si todas mis palabras llevan tu nombre y tu esencia. Pasan las horas y en mi mente, perenne se vuelve tu existencia. Deseando poder escapar hacia esos brazos que me brindan el calor, que tanto añoro. Recostarme en tu pecho, sentir tu corazón, tu respiración en mi cuello y tus manos en mi ser. Como impedir que broten emociones, con los recuerdos que has escrito en mi piel. Si intento escapar hacia ese horizonte, que se convierta en la vida deseosa de tener. 

Debo encontrarme, sentarme y esperarme, donde se disipan las dudas y solo se escucha el corazón. Lograr calmar la tormenta que mece mi vida, decidir con sinceridad lo que deseo en realidad. Abandonar las ilusiones, esas como bruma que empañan toda una eternidad que puede acabar. Necesito ser feliz, donde una sonrisa lo sea todo y todo una sonrisa, eso es lo que quiero. Que las cargas del mundo terminen de una vez, para poder ser yo lo que quiero ser. Despedir los miedos a dar más pasos, a soñar con la utopía, a vivir la vida. Renacer, en un nuevo amancer que me haga crecer y permanecer.

A ti, que atas mi vuelo, cuando mi mente divaga. A ti, que intentas frenar los golpes de mi vida. A ti, que a pesar de tu dolor, quieres el mío. A ti, que en aún en horas bajas, sonríes ante el mundo. A ti, que insaciable luchas contra viento y marea. A ti, que entregas tu corazón en una bandeja sin límites. A ti, que me permite ser yo misma sin las máscaras mundanas. A ti, querida amiga, gracias por todo.

Estarás a punto de levantarte y yo no he dejado de pensar en ti, hay mil cosas que te traen a mi mente. Celos del tiempo que te tiene  con el, separándome de ti, llevándome a la desesperación. Distancia como océano revuelto a veces y otras como lago en calma, que te trae a mi vera. Y aquí estoy otra vez,  añorando tu presencia, deseosa de tu voz y de sentir tu calor. Como unir dos vidas que a pesar de ser tan iguales, están separadas por innumerables contradicciones. Donde luchar se hace imposible por que se vuelve invisible lo que nos une, dejando al descubierto las ataduras. 

Al cerrar las puertas, subimos como la espuma, liberando fantasías que viven reprimidas. Luego, bajamos al infierno donde se consumen nuestros ardientes deseos. Un recorrido placentero, que llena nuestros instintos, aunque se vuelva corto y parece que se acaba. Concentramos emociones, dirigidas por las pasiones, que rondan los corazones ajenos a las razones. 

Hay algo que me ahoga, que me grita ¡termina!, deja que todo se apague para que vuelvas a volar. Todos ajenos a ello, rodean mi existencia, sin que puedan cambiar ese pensamiento. Ojos brillantes, donde la luz se vuelve tenue, queriendo decir al mundo ¡aún estoy aquí! Pero nadie escucha mi voz, que muere de a poquito, entre los sollozos  de mi corazón. Busco esa excusa, que me libere sin pesar, de lo que ahora intenta hacerme llorar. 

Besos dulces que inundaron un alma que vacía rondaba por el mundo, se dejó llevar por ellos, sin miedos. Emociones, cual niña enamorada desplegando sus alas, se hicieron presentes en esa habitación. La noche cubrió su desenfreno y los condujo al éxtasis hasta la madrugada. Entregados, siendo uno solo, sus almas se acoplaron en esa dimensión, que les hizo perder la razón.  ¿Despúes de esto, que viene ahora?, se preguntaba, sin que la respuesta interesara, era feliz. Sentía que era el hombre que llenaba sus espacios, dejándola volar sin ataduras. ¿Pero, sería así eternamente?, hasta que el deseo se apagara o la desidia les alcanzara. No importaba, solo quería vivir con la sensación de no atar sus sueños, una vez más. Sonreía al verle, ajeno a sus pensamientos, acariciando su espalda y sus cabellos. Un beso una caricia, se posaban en su piel, que inmutable dormía a su lado. Llegó el amanecer y con ello el preámbulo de la despedida anunciada per...

¿ Y si fuera hoy donde nuestras almas se conjugan, al son de las fantasías que días atrás se crearon? Que nuestras vidas se conviertan en un ciclón sin rumbo fijo, volviéndonos volátiles. Donde el tiempo sea un estado de reposo, para que el ímpetu vuelva a nacer. ¿ Y si me enamoro del mundo que pintas sobre mi piel desnuda, con caricias ilegales?

Droga que recorre cada centímetro de mi piel, que me eleva y me tortura, pero a la vez me brinda felicidad. Intento dar la espalda, olvidar que todo ha pasado, pero deambulo perdida en los recuerdos creados. Y de nuevo mis pasos me llevan a ella, donde vuelvo a sonreír, mi corazón se acelera y detiene sus miedos. La calma regresa a este mar revuelto de sentimientos, si un segundo se vuelve  silencio de ángeles. Como dejar de pensar en como hierve la sangre, con el recuerdo de las  historias dibujadas con tus manos. Donde empieza la ficción y donde la realidad, si todo parece con mucha intensidad en ésta trémula piel. No quiero perder tu influjo, aunque me lleve a la desesperación, aunque queme mi alma y mis venas, quiero ese veneno devorándome. Y si muero, en el roce de los labios que prohibidos me transportan, viviré en otra dimensión con los sabores de sus recuerdos.

Calmar tus ansias con besos que lleguen al alma, calentar tus días fríos y brindarte la mejor de mis sonrisas, todo, con tal ver siempre reflejada la tuya en ese rostro que me encanta. Cobijarte entre mis alas, que te permitan volar, sin quitarte la libertad que tu corazón necesita, para que encuentres ese camino que explote tu potencial.   Intentar amortiguar los golpes que la vida se encarga de dar, con ese apoyo incondicional y algo más, donde tu dolor se convierta en mio para que se apacigüe y sea menos pesada la carga. Detener los momentos sombríos que acechan esa cabeza, que da rienda suelta a los temores, bloquearlos con caricias que borren cada uno de esos malos pensamientos y vuelvas a sonreír. Ser el apoyo de tu vida, la protección de tu ser, la muralla que impida esos malos momentos que osen perturbarla y robarte lo mejor de ti, esa tranquilidad y sosiego que representa mi paz.

Alguien dijo por ahí: "Hay que saber interpretar silencios, para nunca tener que pedir respuestas". Pero,  ¿hasta dónde se es capaz de interpretarlo? o mejor aún, ¿lo interpretas de la manera correcta? difícil ... pueden ser mucho tipos de silencio, complicidad, si digo algo, te daño, ya no eres importante, hoy tengo un mal día, no me dí cuenta, y muchas interpretaciones más ... El más fácil de acertar: el de complicidad, El que más duele: ya no eres importante. Pero pienso, a pesar de tener la muy buena visión de saber interpretarlo de la forma correcta, (quitando, tal vez, el más fácil) ¿no habría que pedir una respuesta?

Quisiera creerte, cuando dices que soy la mujer de tu vida, quien roba tus sueños cada noche y a la que deseas todo el día. Quisiera creerte, que duele haber llegado tarde a tu vida, cuando no puedes retener los impulsos de dar rienda suelta a tus instintos. Quisiera creerte, ser la dueña de tus pensamientos, que me llevas grabada en la mente y a fuego en tu piel. Quisiera creerte, que represento tu todo, y cada minuto vivido soluciona tus días. Quisiera creerte, que esos besos ardientes, caricias prohibidas, solo las recibe mi cuerpo. Quisiera creerte, pero el problema radica, en que si te creo, estaré enamorada.

¿Qué hago? para no pensar tanto en ti... si me llevas por la calle de los sueños, esos que parecen reales y alegran mi existencia. ¿Qué hago? para evitar sentir que eres ese dulce pecado donde quiero perderme el resto de mis días, aunque no sea eterno. ¿Qué hago? si mis pensamientos a diario se cubren con tu existencia, dejándose llevar hasta tus brazos. ¿Qué hago? si el viento empuja mi piel hacia los recuerdos que se suceden una y otra vez, erizándola. ¿Qué hago? cuando el tiempo parece cruel si te aleja de mi lado, haciéndome sufrir en esa despedida. ¿Qué hago? cuando se detiene el mundo entre esas cuatros paredes que se convierten en mi felicidad. ¿Qué hago? mientras mi corazón se agita y mi cabeza le da vueltas a la razón de todos los pequeños detalles. ¿Qué hago? mientras deseo tenerte a mi lado y a la vez no dejo de pensar que serás esa veleta que partirá. Simplemente ¿qué hago? por favor, explícamelo. 

Tengo al alcance esa libertad que ansío disfrutar, pero debo rechazar para seguir en la realidad. Puedo tocar el cielo tras un viaje al universo, donde unos besos soñados me elevan. Intento recorrer toda la geografía de esa estepa que me invita a descubrirla palmo a palmo sin miedos. Sentarme a disfrutar de ese color canela que embriaga mis sentidos y me permite perderme en ella. Dejar que el viento mueva mi existencia hacia esos abrazos que aunque sean rotos, colman mi vida. No pensar en el mañana ni siquiera en después, simplemente trepidar con lo que sentimos en esos minutos que nos disfrutamos. Y si todo acaba y solo se convierte en un recuerdo que viva eternamente en la piel, como una herida que no sangra. Dichosa de haber tropezado en la escena de esa historia, donde todo pudo ser y nada es seguro, pero si intenso, pasional y real. 

Besos contados, que nos elevan al cielo, mientras tendramos que esperar para volverlos a recibir. Caricias acotadas, solo lo suficientes para mantener la llama, mientras nos volvemos a separar. Frases llenas de promesas, que nos saben a realidades a punto de hacerse cumplir, cuando decimos ¡hasta pronto! Sentimientos prohibidos, que se liberan al chocar unos cuerpos que se necesitan, pero deben prorrogar su ímpetu. Una historia, escrita a cuenta gotas, para que no acabe, para que no termine.

Llegaste sin avisos a un alma a punto de morir, que taciturna llevaba su pena a cuestas. Desnudaste sus miedos, acorralando sus sentimientos, haciendo que en ella brotara la esperanza. Paso a paso recorriste sus fibras, esas que hace tiempo dejaron de temblar entre abrazos de amor. Anidas en ellas, dándoles una razón para que cada mañana un soplo de aire renovado las devuelva a la vida. El tiempo hoy se vuelve un prisma que da colores a la espera de volverte a ver, entre mis sueños. Tomas mis manos y me guías a ese mundo que creaste para mi, donde puedo llegar a ser feliz. Ahora solo queda esperar, que tu respondas a mis labios que en secreto te devoran cada día. En el justo momento que tu mirada se posa en la mía y me dedicas esa sonrisa que se convierte en el sol de mi universo.

Y si de pronto todo duerme, un eterno paso de un ángel acude a esta escena que detiene la existencia. Que pasa si ocurre, mutismo incesante en un corazón que aspira desbocar los sentidos. Donde se vuelva real, la soledad que rondaba hace años esa vida que parecía robada. Entonces, tus manos abrazaran tu cabeza, intentando recordar la omisión de tus actos.

Desde la otra orilla, veo a unos pasos, esa realidad que temo pero quiero disfrutar. Con deseos y nostalgia me siento a esperar, que uno se decida si me marcho o continúo. Esa imagen que se convierte en el ferviente sueño, donde mi cabeza quiere reposar mientras le queda vida. Me llama y me acalora, quiero que robe mi cordura, pero sin que ello acabe en locura. 

El amor tocó a mi puerta, pero ignoré su presencia, me preguntan ¿por qué? ¿será que no tengo corazón? Como pensar en ello, si soy una veleta que se mueve al ritmo de ese viento del levante. Si la tierra que piso se vuelve infértil, dejando solo un rastro de lo que un día fue. Ahora,  sigo a la espera, por si vuelve a intentar, colarse en mi vida.  

Libertad para gritar, te amo, te quiero, y volver a empezar. Libertad para volver a vibrar, entre brazos prohibidos, labios misteriosos y llenos de lujuria. Libertad para correr, cuando el tiempo me alcance, cuando el destino detenga esa realidad imaginaria. Libertad para olvidar, si el corazón se descontrola, si el tedio hace mella, si necesito alzar el vuelo. Libertad para vivir, sin ataduras, sin miedos, sin explicaciones. Libertad, sin que exista un pasado, ni un  futuro, solo el efímero presente.  

No importan las mentiras si te hacen libre, no importan las intenciones si te llenan de ilusión. Que más da si pierdes, si todo se esfuma en el tiempo, solo interesa lo vivido, lo creado con pasión. Si el corazón enloquece, despega su ritmo y acelera sus latidos, ni eso importa. Solo ese palpitar escondido entre las ropas, que es la llave de la emoción que te guiará al descontrol.

Todo parece perfecto ...  ¡hasta que deja de serlo! Sin darte cuenta,  cruzas el umbral, donde purpurinas y color te esperan al llegar. Avanzas,  al inicio pasos inseguros, poco a poco se vuelven seguros  y es así, como te pierdes. Inundada, avasallada sin cuenta darte, vas directo a lo que será tu maldición. Ciega, sin razón te dejas guiar  por el corazón, que te lleva a la ilusión. Lo palpas, lo notas te entregas sin condición, dejando que el tiempo se haga cargo de tu destino.