Jugando a querer
Jugar a querer corazones, haciendo brotar emociones traducidas en palabras dulces que muevan las fibras.
Liberar las sonrisas que atadas vivían en labios muertos, donde cayeron las barreras que protegían los miedos.
Decidir volar con las alas atadas, sin importar que el vuelo te llevase por caminos vedados a la imaginación.
Que mas da si al final, todo es una falsa llama que iluminaba los presagios de un desvarío.
Pretender cambiar todo aquello que lleva el sello de pertenencia a un lugar, donde ya no habita casi nada.
Salir corriendo hacia brazos ansiosos, que estoicos guardan la esperanza de desvelar enigmas escritos en la piel.
Y cuando todo cobra sentido, cuando casi es real, detienes ese ímpetu, el mismo que antes te empujaba a seguir.
Miras atrás y solo ves huellas, donde antes florecía ilusión y fantasías, se ha vuelto sombrío y abandonado.
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