Encadenada a los deseos
Salté por la ventana,
siguiendo un brillo
que deslumbra la sensatez,
la misma que dejé olvidada.
Nada parece suficiente,
para retener mis alas,
extendidas al abismo
que las invitan al vacío.
Donde lograr todo
es la meta impuesta,
robar sus almas
y hacerlos míos.
Encadenarme al éxtasis
de besos impulsivos,
que encienden la noche
y calman el día.
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