Caminos entrelazados 2

Arlet no podía dejar de pensar en el chico del camino, hacía día que no se acercaba por ese rumbo, la última vez que le vió, su rostro reflejaba un gran tormento y había decidido ayudarle, si podía.

Esa tarde se dirigió a buscarle para hablar con él y descubrir a quién espera con tantas ansías o por que cree que debe esperar a alguien.

Llegó al sitio y no lo encontró, solo unas pocas ramas rotas en su lugar habitual, esperó sentada unas horas y no apereció.

Su incertidumbre crecía y cada día iba en su busca, pero parecía que ya había encontrado a quién esperase, pues no había ni rastro de él.

Ahora era Arlet, quién preguntaba a los pocos trausentes si le habían visto, pero nadie le daba razón. Todos los conocían pero llevaban mucho tiempo sin verle.

Decepcionada llegaba a su casa, con un sentimiento de impotencia, pensando en que si la última vez le hubiese puesto atención, hoy no se sentiría mal por ello.

Sus amigas le hacían ver que posiblemente estaba bien, que lo que esperaba, independientemente de lo que fuese, era su motivo de ausencia, que no tenía por que estar mal.

Pero sus palabras no alivian su culpa, había algo dentro que le decía que debía seguir buscándolo.

Hace casi un mes, de la última vez que le vió, caminaba cabizbaja, cuando de pronto al acercarse, oyó gritos y mucho movimiento, corrió hacia donde venían los gritos, era él al que intentaban meter en una ambulancia, no la dejaron acercarse mucho.

Estaba fuera de si, gritaba y lloraba repitiendo ¡tengo que esperarla aquí! una y otra vez.

Arlet, petrificada no sabía que hacer, rodaron por sus mejillas lágrimas que parecían ácido, que le calcinaban su rostro.

Un agente se acercó a ella y preguntó:

-¿Le conoce?

- Tras unos segundos con su mirada perdida, dijo ¿disculpe?

- ¿Qué si le conoce?

- No realmente, lo he visto de pasar sentado inmutablemente aqui. ¿Qué ha pasado?

- Sorprendió a una pareja, preguntando si se habían encontrado con alguien ene l camino, al responder que no lo habían visto, se puso violento.

- ¿Saben a quién busca? ... es la misma pregunta que me hacía a mí cuando me veía.

- ¿Usted le pregunto de quién se trataba?

- Si ... pero dijo que no sabía. ¿Qué pasará ahora?

- Lo llevaremos al hospital e intentaremos buscar algún familiar.

La ambulancia y la patrulla se retiraron, poco a poco el silencio volvió a la senda, comenzaba a llover y Arlet desconcertada se sentó en el mismo sitio que ese chico acostumbrada a ocupar, llorando, esperando sin saber que esperar.

Imagen relacionada

Comentarios

Entradas populares